jueves, septiembre 13, 2007
La tragedia y el amor- 2a parte
Es gracioso como los temas se anticipan a veces a las situaciones.
El drama. Lo trágico.
La reacción ante lo primero es nerviosa, histérica. Aún se puede hacer algo, aún depende en parte de ti, todavía tienes la capacidad de cambiar el transcurso de los acontecimientos.
En cambio la tragedia te deja frío, impasible ante lo que te supera. ¿Quién es capaz de enfrentarse a los dioses?
PD Tengo una década para hablar de ti, así que será mejor que administre bien las palabras (y las lágrimas)
Flectere si nequeo superos, Acheronta movebo
martes, septiembre 04, 2007
La tragedia y el amor
La tragedia, a diferencia del drama, no puede evitarse. Son situaciones desgraciadas abocadas al fracaso desde su origen.
La muerte marca el sentido trágico de la existencia humana. El nacimiento de la tragedia. En el espíritu de la música.
En el subtítulo Nietzsche se refiere a cómo de los ditirambos antiguos en honor a Dionisio surgió una voz única y diferenciada que empezó un diálogo con el grupo. De la música y el rito coral a la definición individual. De la masa a la persona. De lo místico a lo humano, a lo trágico.
Edipo no pudo huir de su destino, cada nueva acción le acercaba más y más a su cometido.
Cada día que vivimos es un paso más hacia la muerte.
Trasladado al amor, es un poco más difícil determinar que es impuesto y que es auto-idem.
Tal vez, el caso más exacto sea el de Tristán e Isolda, condenados a amarse por haber bebido un filtro de amor a deshora.
Pero sin ser tan puristas, nos quedan Abelardo y Eloísa, Dante y Beatrice, Laura y Petrarca (no cito a Romeo y Julieta porque en clase me enseñaron que ellos eran el paradigma del amor dramático, no trágico).
Kiyoaki y Satoko, como la Nieve de Primavera, hallan el sentido de su amor en lo efímero, en aquello destinado a destruirse, y lo alimentan, como aquel que planta un rosal con el único propósito de destruirlo.
La belleza y atracción del abismo fascinan.
PD Todo este rollo es para decirte que me ha impactado la historia que me has contado hoy y que, aunque me duela y alivie pensar que nunca viviremos algo parecido, me alegro de que cuentes conmigo para superarlo.
Pájaros de Portugal
Joaquín Sabina
No conocían el mar
y se les antojó más triste que en la tele
pájaros de Portugal
sin dirección, ni alpiste, ni papeles
Él le dijo “vámonos”
“¿dónde?” le respondió llorando ella.
Lejos del altar mayor
en el velero pobretón de una botella
despójate del añil redil del alma
de largo con camisa
Devuélveme el mes de abril
Se llamaban Abelardo y Eloísa
arcángeles bastardos de la prisa
Alumbraron el amanecer muertos de frío
Se arroparon con la sensatez del desvarío
tuyo y mío de vuelta al hogar
qué vacío deja la ansiedad
qué vergüenza tendrán sus papás
Sin alas para volar
prófugos del instituto y de la cama
pájaros de Portugal
apenas dos minutos, mala fama
luego la Guardia Civil les decomisó
el sudor y la sonrisa
las postales de Estoril, sin posada,
sin escudos y sin Visa
Se llamaban Abelardo y Eloísa
Bucearon contra el Everest y se ahogaron
nadie les enseñó a merecer el amparo
de la virgen de la soledad
¡qué pequeña es la luz de los faros!
Bucearon contra el Everest y se ahogaron
nadie les enseñó a merecer el amparo
de la virgen de la soledad
¡qué pequeña es la luz de los faros!
de quien sueña con la libertad…
