lunes, febrero 23, 2004
Mis Hermanitos
Tengo esta foto colgada en la habitación desde hace un par de años. Con mi novio hacíamos la broma de que eran mis hermanitos, y que si algún día él se portaba mal conmigo, ellos vendrían a protegerme.
Luther y Johnny Htoo saltaron a las páginas de la prensa internacional cuando en el año 2000, hicieron rehenes a 700 peronas en un hospital tailandés. Su foto se hizo famosa y, durante algunas semanas, llegaron noticias de ese extraño y lejano país que es Birmania.
A partir de entonces, las noticias se hicieron difusas y la información escasa (y de dudosa veracidad). He leído que despusieron las armas, que volvieron a la selva y a su guerra de guerrillas, que iban a ser adoptados por una familia norteamericana...
En fin, si realmente está en USA viviendo con alguna familia yanqui, no me quiero ni imaginar el olor a puro que debe tener toda la casa...
lunes, febrero 09, 2004
La lengua de los poetas
Lo conocí el martes; una amiga me lo presentó en una comida. Él está buscando manager y a mí me gusta la poesía.
De esa comida salió una nueva cita para ver el vídeo de su recital el jueves, comida incluida.
Lo supe, si iba a su comer a su casa me terminaría comiendo él a mí.
Y así fue, después de la comida, la lengua del poeta repasó mi anatomía en una siesta de saliva y atardecer.
Entre las chansons, los artilugios curiosos que atesora en su maleta de viajero y el café, la tarde nos supo a poco y quedamos de nuevo el sábado.
Más tranquilos, nos contamos la vida y algunas miserias. Compartimos algunas cervezas, muchas risas y una noche de paseos por el casco antigua de la ciudad.
Más tarde, entre sábanas, la lengua del poeta volvió a ocuparse de mis dos bocas. Los versos de su lengua se traducían en gemidos de mi piel. El sol empezaba a aparecer cuando nos dormimos.
Hoy se ha marchado a su isla y me ha arrancado una promesa de visita.
Me pregunto a donde se visita a una persona sin casa y si su lengua volverá a ser pincel sobre mis poros.
Un mes sin escribir
Reviso mi último post, que fecha del 30 de diciembre, así que hace algo más de un mes que no escribo.
No ha sido cuestión de vagancia, sino de estrés y falta total de tiempo para mí misma.
En las últimas semanas mi vida laboral se ha visto alterada por la imprevista salida de mi responsable superior en la empresa. En fin, como ella se ha ido, gran parte de la responsabilidad se me ha caído encima y he tenido que ponerme al día a marchas forzadas.
Además de estos pequeños desbarajustes, he vivido dos estrenos, una medio-quiebra, los preparativos de un viaje mal negociado y un sin fin de pequeñas cosas que terminan por hacerte escasas las horas del día.
Este fin de semana ha sido el primero en un mes que he tenido libre. La semana que viene me marcho a Alemania y en la empresa no tenemos ni para pipas. No he cobrado y como no vigelemos los gastos nos vamos al agua.
En fin, que casi un mes después, he entendido el porqué de la marcha precipitada de mi ex-responsable; ha echado a correr antes de que se hundiera todo. Todos sabemos quienes son los primeros en abandonar un barco...
